¿Y si le dijera que podría hacer su vida menos estresante y más placentera haciendo un simple cambio en su elección diaria?
La verdad es que cada vez que interactúas con otros puedes elegir vivir en gratitud o vivir en amargura.
Aquí hay 3 formas de usar la gratitud para hacer su vida mejor y más agradable.
Recuerde que cuando elige la amargura, cierra la mente a los demás y a las posibilidades de una transformación implacable que cambia la vida y que puede afectar su salud, sus relaciones y su capacidad para tener éxito en sus encuentros y proyectos. ¡Aquí hay 3 formas en que puede mejorar eligiendo la gratitud!
En primer lugar, haga algo por los demás cuando menos lo esperen.
Podría ser algo tan simple como lavar los platos o lavar el automóvil o cortar el césped. Cuando te digan gracias, ¡te sentirás enriquecido, con energía e imparable! Podría ser algo tan simple como controlar a los demás para saber cómo les va. Esto tiene un impacto aún mayor cuando hacen por los demás lo que ellos no pueden hacer por sí mismos.
En segundo lugar, haga una donación en su nombre a una causa digna.
Encuentre una organización benéfica con la que el objeto de su gratitud sienta una fuerte conexión y haga una donación en su nombre. Envíeles una nota rápida para informarles al respecto. Si la persona es un veterano, haga una donación a organizaciones benéficas que se ocupan de los soldados heridos. Si a la persona le encanta ayudar a las personas sin hogar, done a organizaciones benéficas que ayuden a las personas sin hogar.
La tercera forma de utilizar la gratitud para mejorar es convertirse en un buen oyente.
Preste especial atención a lo que dicen los demás cuando le hablan. Debido a que la mayoría de las personas están tan acostumbradas a que los demás les presten poca o ninguna atención, cuando escuchas activamente a los demás, serás recompensado con energía positiva y refuerzo. La gente hará todo lo posible para prestarte atención, para que no seas malinterpretado o acusado falsamente. Este tipo de apoyo comunitario lo ayudará a nadar con la bendita seguridad en el océano de la vida.
Finalmente, tome la decisión de tener gratitud, ya sea que la situación lo requiera o no. Tómese un poco de tiempo para mostrar gratitud a las personas con las que se encuentra todos los días, lo merezcan o no. Cuanto más hagas esto, más te descubrirás viviendo en paz y felicidad.
Mariela y Diego